Pues a pesar del miedo que se
tiene no pasa absolutamente nada. ¿O es que pasa algo cuando vas a una tienda a
comprar un pantalón y no puedes pagarlo? ¿Y si te compras un coche y no puedes
pagarlo?
La diferencia es el precio, pero
fuera de eso, pasa exactamente igual. Si no puedes pagar el pantalón pues el
dependiente te lo quita de las manos y te dice que vuelvas cuando tengas dinero
y con el piso pues pasa algo parecido. El banco te quitaría el piso y ya está,
con la premisa de que tú, ante la imposibilidad de pagar las cuotas de la
hipoteca, siempre habrás podido venderlo
antes para recuperar el dinero pagado hasta la fecha. Después, te tendrás que
ir de alquiler, que te costará incluso menos de lo que estabas pagando de hipoteca, y la vida seguirá.
No hay que asustarse ante los
imponderables, hay que buscar soluciones para hacer que la vida siga aunque de
diferente manera o para intentar recuperar el camino que habíamos perdido.
Yo perdí mi piso, no pude
venderlo y me lo embargaron dejándonos en la calle, pero además de eso, perdí
mi empresa y mis ingresos mensuales. Era autónomo y no tenía prestación del
paro. Pero no nos bloqueamos mi mujer y yo quedándonos sentados en un banco a
esperar que pasara el chaparrón. Nos levantamos y fuimos en busca de un nuevo
paraguas que nos permitiera poder aguantar la tormenta y salir de ella lo más
rápidamente posible.
¡No tengas
tanto miedo! Si quieres comprarte un
piso y tienes los mínimos medios, cómpratelo y no pienses cosas que no tienen
por qué suceder y que el 99% de las veces no suceden, porque si es así también
podrías pensar que los cimientos no son sólidos y se va a hundir, que un avión
se va a estrellar sobre él, o que te lo van a robar el día menos pensado.
Procura seguir
tu camino e ir construyendo tu futuro y tu futuro te premiará con lo que habías
soñado.
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