Me han llamado para una entrevista

Pues, ¡enhorabuena! Has conseguido subir al siguiente escalón. Esto quiere decir que “el cliente” (la empresa) tiene cierto interés en ti para conocer los “productos y servicios” que tú le ofreces. Ahora tienes la gran oportunidad de presentar tus cualidades y tus valores al cliente (la empresa).

¿Qué por qué le llamo cliente a la empresa en cuestión? Porque si te das cuenta, la empresa es como un cliente cualquiera que está interesado en comprar unos servicios (los tuyos). Esto es como si tú llamas al fontanero para que te arregle unas tuberías en tu casa. La empresa actúa igual, necesita alguien que le resuelva una serie de problemas dentro de la empresa y tiene que contratar a alguien para que se los resuelva.

Te cuento esto para que tengas presente que tus servicios hay que ponerlos en el mercado para que alguien los compre. Pero tú ya estás de enhorabuena, porque parece ser que alguien ha visto tu publicidad (tu currículum) o tu etiqueta, y lo que ha visto le ha interesado ofreciéndote ahora la oportunidad de presentarle personalmente "cómo es el producto a comprar". Tú has informado de tu formación, tus cualidades y tu experiencia, y el comprador (la empresa) quiere ver si todo ello tiene la calidad que él está buscando.

Pero antes de acudir a la entrevista, hay algunos consejos a tener en cuenta además de los muchos que puedes encontrar en internet o en el blog de Pedro Rojas

En primer lugar, y si no lo has hecho con anterioridad, deberás informarte ampliamente sobre la empresa (quiénes son, cuántos años llevan, a qué se dedican, cómo están introducidos en el mercado, la empresas o clientes para los que trabajan, cuántos empleados tienen, cuántas sucursales, qué proyectos están realizando actualmente y los que tienen para un futuro…). Todo ello se puede sacar por internet, en su página web, en Google, en los diferentes buscadores, en los periódicos digitales, etc.

Esto te servirá para saber entre otras cosas, qué puedes ofrecer a esa empresa y en qué proyecto podrías aportar más valor. Tendrás una información muy importante que te hará tener más fuerza en la entrevista para un mejor diálogo, para defender mejor tus cualidades, tu formación y tus valores, así como para estar mejor preparado ante las preguntas que te hagan. Al entrevistador también le gustará que conozcas la empresa, que preguntes y te intereses por los proyectos y el crecimiento futuro de la misma.

También sería muy bueno conocer con antelación al entrevistador, pero eso puede ser más difícil a no ser que se tengan contactos o que por su posicionamiento en la empresa, se puedan sacar datos suyos en internet o incluso en Facebook, donde posiblemente  hasta descubras sus gustos y costumbres.

Muy importante es tu actitud en esa entrevista. Debes saber que nadie contrata a un triste, ¿o tú le contratarías si tuvieras una tienda? Tienes que acudir con fuerza, entusiasmo, ilusión, optimismo, alegría (la sonrisa de alguien que tiene seguridad).

Precisamente en una entrevista que me hicieron a mí, ése fue mi gran error. Me preguntaron qué opinaba sobre la situación de crisis que se vivía en ese momento (año 1992), y mi respuesta fue absolutamente negativa y pesimista no mostrando ningún signo de ilusión, fuerza o entusiasmo para superar la misma con los valores que yo podría aportar a esa empresa. Lógicamente no contaron conmigo para ese puesto de trabajo.

Ten en cuenta que el entrevistador interpreta su papel como “comprador”, intentando descubrir las partes ocultas que tiene ese producto (ese servicio que quieres ofrecerle) y por lo tanto procurará descubrir tu interior y todo lo que está detrás de ese “maravilloso envoltorio”. Por ello no te sorprendas de ninguna pregunta e intenta ir preparado para responder de  la mejor manera que te ayude en tu objetivo. Eso sí, escucha bien lo que te pregunta y si necesitas tiempo para responder, tómatelo antes de responder una tontería. La meditación sobre la pregunta también se valorará positivamente puesto que hay preguntas que la requieren y denotará que no te precipitas en tomar decisiones.

Por ejemplo:
1. ¿Por qué debiera contratarte a ti y no al anterior candidato que he entrevistado? Puedes encontrar la respuesta en este artículo.

2. Si un cliente se queja de algo, ¿qué es lo primero que tienes que hacer? Escucharle atentamente y obtener la máxima información para poder ofrecer la mejor solución o explicación pertinente.

3. ¿A qué has dedicado tu tiempo en estos ocho meses que has estado en desempleo? Aquí sería bueno responder que has estado realizando algún curso, perfeccionando un idioma, colaborando en algún voluntariado. Que vea que has aprovechado el tiempo y nos has estado durmiendo y viendo la TV.

Si te echa en cara la falta de experiencia, no te preocupes, ya sabe que no la tienes porque lo habrá leído en el currículum. Lo que espera de ti es una respuesta que defienda tu inexperiencia con tus cualidades y aportaciones. (también en este artículo).

Procura haber analizado bien tus puntos débiles y tus puntos fuertes, puesto que probablemente también sea una de las preguntas.

Aunque la entrevista no te haya gustado, no te desanimes, tus impresiones no serán las mismas que las del entrevistador y aun en el caso de no ser contratado, habrá valido como una nueva experiencia de la que siempre se aprende algo. Puede que tu candidatura quede reservada para una próxima contratación.

También puedes encontrar buenos consejos en este artículo: ¿cómo responder según el tipo de ataque del entrevistador?

Y si a pesar de todo te pillan en un renuncio, estaría bien ver este vídeo porque lo importante es tener respuestas.




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