La importancia de la ilusión en el trabajo



Últimamente, rara es la vez que no hable con alguien y me cuente lo poco contento que está con su trabajo. Me da pena escuchar a unos y otros decir que trabajan porque no hay más remedio y que no sienten ninguna ilusión por lo que hacen sino que lo hacen por simple obligación.

Esto me hace pensar en cuando éramos niños y el profesor de turno daba la lección, ciñéndose al programa, como un mero autómata, pero sin hacernos comprender aquello que quería que nos aprendiésemos y sin hacernos sentir ninguna ilusión por investigar o entender esa supuesta materia que era tan importante para nuestra cultura.

Pero lo mismo pasaba con aquel entrenador que solo chillaba, daba órdenes y humillaba a cualquiera delante de todos sin ponerle la ilusión y entusiasmo a ese deporte y a la importancia de luchar en equipo por un mismo objetivo.

O ese padre que pretendía enseñar con el látigo y nunca se detenía en dar un abrazo y cariño a su hijo.

Y ahora todo esto lo ves en las empresas, en esos altos ejecutivos que no han aprendido la importancia de ilusionar a sus equipos con el proyecto en cuestión y siguen creyendo que la productividad y la rentabilidad se consigue «machacando» a sus colaboradores, volviendo a la mera explotación (sueldos, horarios, presión, amenazas, trato inhumano...). No saben, no han aprendido o no quieren aprender, con gran soberbia por su parte, eso de que se consigue más con miel que con hiel.

Cuando existe ilusión, existe un motivo para seguir caminando a pesar de las grandes distancias. ¿Cuántos retos y hazañas se han conseguido poniendo ilusión?

Cuando existe ilusión se sabe lo más importante: es decir, el qué y el para qué. Lo que hace que nuestro trabajo tenga un sentido.

La distinción entre el pasado, el presente y el futuro es solo una obstinadamente persistente ilusión.-Albert Einstein. Pero cuando no existe esa ilusión, no se sabe dónde vamos.

La acción requiere el velo de la ilusión.-Friedrich Nietzsche. ¿Y cuál será el resultado de la acción si no existe la ilusión?

No te desprendas de tus ilusiones. Cuando se hayan ido, es posible que aún existas, pero habrás dejado de vivir.-Mark Twain. Y es que en el momento que cualquier empeño no se dota de la ilusión necesaria no se entiende su fin.

He descubierto en la vida que hay formas de llegar a casi cualquier lugar al que quieras ir, si realmente quieres ir.-Langston Hughes. Porque hay que querer ir y solo se consigue si se pone ilusión, lo demás será una mera obligación impuesta.

He aprendido que los milagros se llaman milagros porque son presenciados por aquellos que pueden ver a través de las ilusiones de la vida.-Susy Kassern. Esa es la importancia de hacer ver a los demás que el objetivo es posible.

Se empieza a envejecer cuando se pierde la ilusión.- Anónimo. O tal vez, desaparece la iniciativa, la imaginación, la implicación y las ganas de dar un paso detrás de otro, cuando se pierde la ilusión.

El talento es necesario, pero sin ilusión no se puede llegar realmente lejos. Fernando Trujillo Sanz. ¿Y no es lo que se pretende en el mundo laboral y ante los muchos avances que se necesitan en la investigación?

Las ilusiones no se marchitan, porque no son flores, sino semillas.- Anónimo. Y esas semillas son las que dan frutos.

Creando y manteniendo la ilusión, siempre hay una mejor escucha, un mejor diálogo, un mejor entendimiento, una mayor disposición, un mejor actitud, una mayor implicación, una mayor responsabilidad, unos mejores resultados, una mayor felicidad. No podemos dejar que se pierda la ilusión porque es el engranaje que hace crecer el mundo.

Curiosamente cuando estaba terminando este artículo, escuché la entrevista concedida a EFE por Rafael Nadal, tras ganar doce veces el Torneo de Roland Garros. Este gran deportista es un gran ejemplo que demuestra el verdadero fondo contenido en este artículo y que deja claro con sus palabras: El éxito personal es mucho más potente que el éxito profesional. Porque el éxito personal de cada una de las personas que componen un equipo es el que consigue el éxito profesional. Hay que tener ilusión y pasión, sobre todo ante las dificultades o los grandes retos y cuando lo más sencillo sería dejar de tenerlas.  Te hacen salir de los momentos difíciles y a uno le hacen fuerte y le ayudan de cara al futuro a ver las cosas con una nueva ilusión y una perspectiva más positiva. 

Rafael Nadal es un gran ejemplo, el gran influencer que se necesita, porque sabe decir no y sabe decir , con sus decisiones, con su comportamiento, con su generosidad, con su testimonio y con sus valores humanos; con la forma de tratar la soberbia y el egoísmo descubriendo ante todos la ilusión y la pasión con el gran poder de la humildad y la sencillez.



Muchas gracias por estar aquí y compartirlo. 
"Solo podemos iluminar el mundo si transmitimos luz"
"Solo podemos dejar huella con nuestra acción continua"



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