El pequeño "máster" para ser GRANDE personal y profesionalmente

(Imagen de Sanu A S en Pixabay)


Tantos máster enfocados al ámbito profesional para la especialización en variadas materias y ninguno parece preocuparse de lo que engrandece a cada persona, para moverse dentro de ese maravilloso mundo en el que vivimos para el servicio. 

Con mis humildes palabras te invito a adentrarte en este pequeño pero gran máster que puede dar un verdadero sentido a tu vida laboral y personal, siendo la brújula necesaria para encontrar la luz que ilumine tu vocación y tu dedicación al mundo del trabajo. Todo ello dándole un importante valor para dejar una profunda huella y poder sentir verdadera satisfacción y orgullo, como todos aquellos que siempre serán recordados por su bien hacer, compartiendo generosamente aquellos dones que recibieron, no guardándolos para sí mismo.

El único máster sobre comportamiento humano que engrandece a las personas para saber discernir, decidir, valorar, priorizar, actuar, mejorar, comunicarse y emprender acciones sabiendo relacionarse con las personas y dirigir equipos,  La verdadera formación para triunfar en la vida, dejando semillas para la eternidad y para llenar el alma de cosas que valen la pena con una clara orientación para alcanzar lo sublime y lo bueno.

Ahora tienes aquí el máster más importante y necesario, dirigido a todo aquel que quiera ser GRANDE en el mundo de la empresa y por supuesto en la vida misma, con simples pero importantes lecciones que debieran hacernos pensar para actuar en consonancia.

Pero esto solo es un punto de partida para nuestra propia reflexión, que cada uno debemos completar y enriquecer contrarrestándolo con la propia experiencia.


  1. Buscar la felicidad de los demás. Debiera ser la primera lección a aprender porque si se tiene bien aprendida, tal vez las demás lecciones resulten muy fáciles. Lo importante de buscar la felicidad de los demás es que ahí es donde encontramos la nuestra. ¡Ah! Y si lo planteamos desde el punto de vista profesional, no se pierde dinero con ello, más bien se gana. Siempre tendrás más amigos, más clientes, más personas contentas contigo y mejores resultados.
  2. Decidir con el corazón. Porque es desde donde se toman las decisiones más profundas y que hacen menos daño a las personas. El corazón siempre sabe, lo que la cabeza no llega nunca a comprender.
  3. Hacer lo correcto. ¿De verdad, podemos llegar a pensar que hacer lo correcto no es lo que más interesa? Hacer lo correcto provocará siempre la satisfacción de haber cumplido con nuestro deber. Si en tu mano está hacer el bien o hacer el mal, elige hacer el bien, aunque algunas veces pueda atentar contra la política de la empresa o del mismo entorno en el que te muevas.
  4. Practicar la amabilidad, la simpatía, la sonrisa. Dice un refrán: Se atrapan más moscas con una gota de miel que con un barril de hiel. Las personas siempre somos más propensas a confiar en quien nos trata con buenas maneras. ¿Por qué no practicarlo cada día?
  5. Estar disponible para quien nos necesita. Algo difícil cuando no hemos cultivado la generosidad, pero es fácil entender que todos necesitamos de todos y también deseamos la disponibilidad de los demás.
  6. Lo maravilloso de la pasión por el servicio. Si no te han enseñado o no nos han enseñado a ilusionarnos por las pequeñas cosas, ¿cómo vamos a ponerle ilusión y pasión a cualquier proyecto o servicio, en el que sus receptores son personas que necesitan de él? ¿Cómo pretendemos que nos sirvan si nosotros no hemos aprendido a servir, a ayudar, a ponernos en lugar de los demás?
  7. Ser más humano. Es tan simple como ponerse en el lugar del otro y entender sus necesidades y su comportamiento.
  8. El maravilloso uso de las palabras: gracias y por favor. ¿Da tanta vergüenza expresar las gracias y pedir algo anteponiendo el «por favor». ¿Tan difícil es ser agradecido y educado? ¿No nos damos cuenta que estos son signos de empatía con quién tenemos delante y que siempre facilitarán la comunicación?
  9. Ten siempre en cuenta la urbanidad. Lamentablemente esta palabra ha caído en desuso e incluso muchos desconocen su significado. La urbanidad es el comportamiento acorde con los buenos modales que demuestra buena educación y respeto hacia los demás, esté uno donde esté: en la empresa, en la calle, en una comunidad de vecinos...
  10. Abrir los ojos para ver la realidad. La ceguera, la oscuridad y el sin sentido, te privan de observar atentos dónde está la luz para que nuestros actos provoquen el mayor bien.
  11. Actuar sin mentiras y con justicia. El egoísmo, la ambición y el éxito, pueden muchas veces hacer olvidar esta importante lección, sin tener en cuenta que la verdad siempre va unida a la verdadera justicia.
  12. La importancia de hacer latir el corazón. Es tan importante que es lo que da la gran satisfacción de nuestros actos. Llegar al interior de las personas te permite conocerlas y que te conozcan.
  13. Pedir perdón y perdonar. No podemos olvidarnos de algo tan sencillo para la reconciliación. Solo así crecemos como personas. Ninguno somos perfectos y todos necesitamos el perdón. Sin practicar esta lección nunca creceremos y nuestros posibles éxitos serán falsos.
  14. El manejo de la envidia y la ambición. Su verdadero control conduce a que nuestras acciones sean justas, éticas y procuren el mayor bien para todos.
  15. Disposición para aprender de los demás con humildad. Todos tenemos que aprender y hasta el más ignorante nos puede dar una lección de sabiduría y de vida. ¿Cuántas veces nos hemos encontrado en la calle o en el trabajo gente con menos estudios, preparación o experiencia y nos han aportado conocimientos o ideas que jamás hubiéramos pensado?.
  16. La bondad, la ética, la moral. Practicar este maravilloso deporte nos hacer sentirnos sanos, contagiar nuestra salud y permanecer en buen estado físico, espiritual y profesional. Yo particularmente me he encontrado personas en mi camino que brillaban en este deporte y que me han hecho reflexionar dándome una lección sobre mi comportamiento viendo el suyo en las mismas circunstancias.
  17. La difícil lección de pensar en los demás. Creo que esa lección nunca se ha entendido o se ha estudiado poco. Ponerse en el lugar del otro, intentar conocerle y saber sus porqués, es imprescindible para no juzgar, no cuestionar y poder valorarle en su justa medida. Solo hay que reflexionar sobre las repercusiones que pueden tener nuestros actos en quien tenemos enfrente.
  18. El significado de anteponer el dar al recibir. Hay que regalar sonrisas para recibir sonrisas, hay que dar amor para recibir amor, hay que ser generoso para conocer la generosidad, hay que valorar los méritos de los demás para que pueda llegar tu reconocimiento. Hay que entusiasmar, motivar, alentar, enseñar, para que cada una de las semillas de grandes frutos.
  19. El papel que juega la persona en la sociedad. Actualmente la persona como tal no es importante sino por lo que pueda aportar. No importa sus problemas, su familia, sus dolores, su tiempo, su falta de medios... No importa humillar, maltratar, explotar, engañar. Si no da lo que se pretende de ella, sea justo o injusto, no merece la pena dedicarle tiempo porque no tiene ningún valor.
  20. Juzgar, criticar y desprestigiar. Es un juego tan malvado que solo lo utilizan los inútiles, los ignorantes y los ambiciosos para obtener lo que no pueden conseguir con su propia capacidad.
  21. El gran poder de la humildad. Como mencionaba en este artículo: el gran poder de la humildad es esa gran virtud del ser humano —contraria a la soberbia—, para reconocer las propias debilidades, cualidades y capacidades, y aprovecharlas en las relaciones con los demás, poniendo lo mejor de uno mismo y sacando los mejores valores de quien tienes enfrente. Hay una gran mensaje que nos han dado: si quieres llegar a ser grande, empieza siendo pequeño.
  22. La magia de saber escuchar y dejar hablar. ¿Cómo vamos a aprender y a conocer a quien está a nuestro lado, si siempre queremos ser el centro de atención? Tal vez hay que recordar este otro artículo
  23. El manejo del poder. Una gran lección ¡Qué pena tener poder pero ser odiado! ¡Qué pena tener poder, éxito y dinero y ser temido! ¡Qué pena tener poder para regalar felicidad a cada paso y estar lleno de soberbia! ¡Qué pena tener el poder de poder hacer y mejorar lo mejorable y no hacer nada!.
  24. El reconocimiento como factor de motivación. En el reconocimiento está la base de nuestra autoestima y que todos necesitamos para rendir mejor en cualquier entorno.
  25. La importancia de un buen liderazgo. ¿Cómo vas a hacer equipo y dirigirlo, si no sabes hacer familia y educar, enseñar, amar a tu esposa y a tus propios hijos? Un líder tiene el gran poder de ver la magia que reside en la personas. Un líder tiene el gran poder de engrandecer a su equipo sembrando ilusión y entusiasmo en cada uno de los proyectos que se generen, removiendo sus conciencias para que cada uno reconozca la maravillosa función y la fantástica capacidad de que dispone.

Muchas gracias por llegar hasta la última lección de este supuesto máster. Debemos tener en cuenta que la llamada a hacer el bien es para todos. La llamada a hacer siempre lo mejor es para todos. La llamada a poner en práctica esta suma de puntos esenciales para compartir felicidad es para todos. ¡Apúntate y compártelo!


Muchas gracias por estar aquí y compartirlo. 
"Solo podemos iluminar el mundo si transmitimos luz"
"Solo podemos dejar huella con nuestra acción continua"

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