La primera receta es que tú verdaderamente quieras esa relación para toda la vida y la cuides para que así sea. Eso de —vamos a ver que sale— no funciona, hay que poner todo nuestro empeño en que ese proyecto de vida sea un éxito.
La relación de pareja es como una planta a la que hay que cuidar para que mantenga todo su esplendor, regándola, buscando su sitio ideal, cuidándola del sol o del frío, de las plagas o del exceso de riego, trasplantándola cuando haga falta e incluso proporcionándole las vitaminas necesarias para su crecimiento y conservación.
La mejor receta es la de hacer feliz a la persona que quieres y la felicidad también rebotará en ti. Cuando tú sonríes a alguien, recibes sonrisas, así como en el caso de un relación hay que guardarse el egoísmo y procurar la felicidad de tu pareja ante todo, porque si es al contrario y buscas tu propia felicidad, ese egoísmo es el que hará que la relación no sea fructífera.
Sacrifícate por quien más quieres. Procura su alegría cada día y aunque muchas veces no te apetezca hacer determinadas cosas, ese sacrificio será recompensado porque tu pareja también se entregará a ti, se sacrificará por ti y también te hará feliz.
No te olvides de hacer reír a tu pareja. Procurad divertíos juntos y disfrutar de las pequeñas cosas o lo hechos más sencillos. Un simple paseo, una charla o unas risas de vez en cuando, mantendrán viva la chispa.
Sé detallista, apúntate o acuérdate de esas cosas que le gustan y sorprende a tu pareja cuando menos se lo espere. A todos nos gustan los detalles y más cuando son cosas inesperadas y que reflejan el cariño que se siente por alguien.
Dale "abrazos a distancia". Aunque no esté delante de ti, haz cosas que sabes que le gustarán; teniendo detalles con su familia, enterándote de exposiciones o conciertos que pueden sorprenderla, haciendo algún arreglo en la casa, resolviendo algo que no le gusta o le cuesta resolver, manteniendo el orden y la organización... Eso demostrará que no solo piensas en ella o en él cuando está cerca y quedará muy sorprendid@ cuando se entere.
Mantén la pasión y la relación divertida para que no llegue el aburrimiento y la monotonía. Podéis tener vuestros propios hobbies, pero buscad aquellos que os unan y para los que no necesitéis a terceras personas. Busca actividades que os hagan disfrutar juntos y procura hacer partícipe a vuestra pareja de tus gustos haciendo que poco a poco llegue a entender porqué te gustan tanto y quiera participar de esa misma satisfacción. Así mismo intenta y procura participar en los de ella.
La relación de pareja es una cosa de dos y mientras así lo entendáis, triunfaréis. La única receta para una relación para toda la vida, es hacer feliz a quien tienes enfrente. Como comentaba en un párrafo anterior, la felicidad que le proporciones a tu pareja rebotará en ti, no lo dudes.
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