La vida es maravillosa y merece la pena vivirla. Que algunas veces asusta y golpea fuerte, pues sí, es verdad, muchas veces. Menudo miedo ¿no? Eso es como abrir una puerta a lo desconocido pero, ¿te vas a quedar ahí? ¿No la vas a abrir nunca? ¡Mira que puede ser la puerta de la felicidad!
La vida es dura, sí, y un partido de paddle y una carrera y escalar una montaña y un partido de fútbol, pero lo que hace falta es entrenarse y jugarlo bien. La vida es igual, hay que entrenarse cada día y jugarla bien. Hay que sortear el día a día, jugar en el presente, en este mismo momento, y pensar la mejor jugada, el mejor regate para meter el gol cuidando constantemente nuestra portería, viendo las jugadas de los demás, estando preparados y prevenidos para no dejar que nadie nos meta un gol.
Ya, pero.., ¿y si nos lo meten qué? Pues a utilizar la rabia para mejorar nuestra jugada reconociendo los errores que se han cometido, cambiando de estrategia, aprendiendo de los demás, estudiando las posibilidades. Hay partidos que los pierdes una y otra vez ¿pero por eso dejas de jugar? ¡No!, ¿verdad? Sigues y sigues entrenando, buscando una mejor coordinación, un mejor aprovechamiento de tus cualidades y las de tu equipo, y estudias los movimientos y las flaquezas del contrario.
Para ganar hay que jugar, no queda otra. Que compone un riesgo, pues claro, a ver si alguno se piensa que el éxito se regala al comprar un libro. Lo siento, nada es gratis y si lo es, seguro que no es lo que estabas buscando o te van a dar gato por liebre.
Insisto, la vida es maravillosa y merece la pena vivirla. Sí, hay que VIVIRLA, con todo lo que ello conlleva, como escribir, pintar, construir una casa, ¿o pensáis que una casa se levanta sola, que no hay que acarrear sacos de arena o que no hay que subir ladrillos y colocarlos uno a uno?
Hay que LANZARSE A LA VIDA, sin miedo, acarreando los sacos de arena que hagan falta para construir nuestro castillo o nuestra choza. Y si se caen volver a levantarlos. Y mientras tanto, disfrutar de las cosas maravillosas que encontraremos en el camino.
Así es la vida, un juego maravilloso que no se acaba hasta que deja de latir el corazón.
No os voy a contar mis penas, que las he tenido y son las que me han hecho ver las maravillas que tenemos a nuestro alrededor y no apreciamos. Me encanta mi familia, me encantan mis amigos, dar consejos a los jóvenes, mi casa, mis hobbies, el sol, el mar, el campo, el silencio, un buen libro, una buena música, una buena película, escribir, viajar, dar un paseo con mi mujer, comerme un bocadillo con una cerveza, sonreír y ver sonreír a los demás. Tantas y tantas cosas me parecen maravillosas en mi vida, que tapan todas aquellas otras que me pueden provocar nubarrones en el camino.
Conviene que leáis este excelente artículo de Andrés Perez Ortega "para ganar hay que jugar", así como el de María Luisa Moreno ¿Qué te separa de la vida que deseas?
También es interesante descubrir "Los 7 hábitos de las personas que saben buscarse la vida" https://www.youtube.com/watch?v=lhV5OQtnl_A&feature=youtu.be
La vida es dura, sí, y un partido de paddle y una carrera y escalar una montaña y un partido de fútbol, pero lo que hace falta es entrenarse y jugarlo bien. La vida es igual, hay que entrenarse cada día y jugarla bien. Hay que sortear el día a día, jugar en el presente, en este mismo momento, y pensar la mejor jugada, el mejor regate para meter el gol cuidando constantemente nuestra portería, viendo las jugadas de los demás, estando preparados y prevenidos para no dejar que nadie nos meta un gol.
Ya, pero.., ¿y si nos lo meten qué? Pues a utilizar la rabia para mejorar nuestra jugada reconociendo los errores que se han cometido, cambiando de estrategia, aprendiendo de los demás, estudiando las posibilidades. Hay partidos que los pierdes una y otra vez ¿pero por eso dejas de jugar? ¡No!, ¿verdad? Sigues y sigues entrenando, buscando una mejor coordinación, un mejor aprovechamiento de tus cualidades y las de tu equipo, y estudias los movimientos y las flaquezas del contrario.
Para ganar hay que jugar, no queda otra. Que compone un riesgo, pues claro, a ver si alguno se piensa que el éxito se regala al comprar un libro. Lo siento, nada es gratis y si lo es, seguro que no es lo que estabas buscando o te van a dar gato por liebre.
Insisto, la vida es maravillosa y merece la pena vivirla. Sí, hay que VIVIRLA, con todo lo que ello conlleva, como escribir, pintar, construir una casa, ¿o pensáis que una casa se levanta sola, que no hay que acarrear sacos de arena o que no hay que subir ladrillos y colocarlos uno a uno?
Hay que LANZARSE A LA VIDA, sin miedo, acarreando los sacos de arena que hagan falta para construir nuestro castillo o nuestra choza. Y si se caen volver a levantarlos. Y mientras tanto, disfrutar de las cosas maravillosas que encontraremos en el camino.
Así es la vida, un juego maravilloso que no se acaba hasta que deja de latir el corazón.
No os voy a contar mis penas, que las he tenido y son las que me han hecho ver las maravillas que tenemos a nuestro alrededor y no apreciamos. Me encanta mi familia, me encantan mis amigos, dar consejos a los jóvenes, mi casa, mis hobbies, el sol, el mar, el campo, el silencio, un buen libro, una buena música, una buena película, escribir, viajar, dar un paseo con mi mujer, comerme un bocadillo con una cerveza, sonreír y ver sonreír a los demás. Tantas y tantas cosas me parecen maravillosas en mi vida, que tapan todas aquellas otras que me pueden provocar nubarrones en el camino.
Conviene que leáis este excelente artículo de Andrés Perez Ortega "para ganar hay que jugar", así como el de María Luisa Moreno ¿Qué te separa de la vida que deseas?
También es interesante descubrir "Los 7 hábitos de las personas que saben buscarse la vida" https://www.youtube.com/watch?v=lhV5OQtnl_A&feature=youtu.be
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