Triunfar en el amor

Leía el otro día en un periódico una encuesta en la que se decía que era prácticamente imposible no fracasar en el matrimonio. La verdad es que lo yo creo, es que es imposible no fracasar en cualquier cosa cuando no se muestra interés alguno en luchar por ello. Pero vamos a centrarnos en el amor, porque de lo demás ya podéis consultar otros artículos anteriores como por ejemplo este

Hay unas preguntas fundamentales ¿Quieres a alguien? ¿Cuánto le quieres? ¿Qué estarías dispuesto a hacer por esa persona? ¿Hasta dónde llega tu nivel de sacrificio?  Las respuestas a estas preguntas son las que confirmarían si el matrimonio va a ser un éxito, y aquí no vale lo de contar milongas porque lo que uno debe tener muy claro es si quiere que su matrimonio, su relación de pareja, su amor, sea un éxito. Esa es la pregunta con mayúsculas que hay que hacerse, ¿QUIERO TRIUNFAR EN EL AMOR? ¡Cuidado!  Aquí no estoy hablando de ligar mucho, para mí esto es bastante más serio, hablo de tener un amor para toda la vida.

Y alguno preguntará, ¿pero eso es posible? Y yo respondo categóricamente que sí, es posible, se puede y no es cuestión de suerte (mi frase famosa) Yo me baso en mi propia experiencia y sé que mi mujer sin estar leyendo esto opina lo mismo que yo.

¿Y cómo se hace? Esta es la pregunta del millón porque si la aciertas ganas. Pero, ¿sabéis una cosa? Que no es cuestión de acertar, sino de proponerse acertar reuniendo lo elementos necesarios para mantener ese primer amor y consolidarlo día a día. ¿Tú qué harías para construir un edificio? Pues colocando ladrillos poquito a poquito, cuidando los detalles y con los mejores materiales posibles  ¿no? En el amor es igual, pero aquí con los materiales no me estoy refiriendo a mucho dinero, la mejor casa, el máximo lujo, joyas y demás, en este caso lo que prima es el verdadero amor, el constante diálogo, la escucha, la tolerancia, el sacrificio, procurando dejar a un lado el egoísmo y sin olvidarnos de los detalles.

Sabéis aquello (lo habréis leído en mis artículos muchas veces), que el que da recibe. Pues en eso consiste el amor. No esperes a recibir, da tu primero. Si quieres felicidad, da felicidad. Si quieres amor, da amor. Si quieres que tengan detalles contigo, ten detalles tú. Si quieres sonrisas, entrega sonrisas. Ama a lo grande, ama con fuerza.

Lógicamente esto es una cosa de dos, pero cada uno tiene su parte y su obligación prioritaria y primordial para con el otro. Aquí no vale lo de esperar a que empiece él o ella. Vuelvo a lo de antes, no esperes a recibir, da tu primero que esa es la única forma en que el amor, la felicidad, las sonrisas, los detalles reboten en ti y los recibas en primera persona.

Solamente una pregunta te hago porque con todo lo que digo parecerá que estoy contando una película ñoña de ciencia ficción ¿A ti no te encanta ver a tu pareja feliz, sonriente, alegre? Pues esa es tu misión. A mí me encanta ver a mi mujer feliz y cuando no lo está por algún motivo, me preocupo de que recupere la felicidad haciendo lo posible al menos por disminuir su preocupación. Esa es tu misión, querer a tu pareja y hacerla feliz. Recíprocamente tú también recibirás la felicidad.

Triunfar en el amor es posible, pero eres tú el que tiene que hacerlo posible. Es igual que sacar un título universitario, escalar una montaña o ganar el maratón, pero eso sí, muchísimo más importante por lo menos para mí.

¿Tú quieres triunfar en el amor o vas a seguir pensando que es imposible no fracasar en el matrimonio? ¿De verdad quieres comprometerte o simplemente quieres pasarlo bien?

Tal vez te interese escuchar esta charla que impartí para la Escuela de Familias de la Parroquia Nuestra Señora de la Vid. ¡Ojalá pueda aportar luz a muchas parejas y matrimonios para luchar con fuerza por lo más importante!





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