Respuestas a tus excusas

La mayoría de las veces no se emprenden acciones porque el miedo, la cobardía o la misma comodidad nos hacen inventarnos una serie de excusas para tranquilizar nuestra conciencia.

Disculpadme, pero toda excusa tiene su respuesta. Alguna de las aquí apuntadas puede no ser la adecuada, pero tened por seguro que habría muchísimas más que justificarían el dar ese paso adelante para conseguir cualquier propósito y emprender el viaje a vuestro destino.


Tengo miedo a empezar y perder. Claro que puedes perder, pero ¿sabes cómo pierdes más? No empezando nada y quedándote donde estás, a menos que donde estés te encante, claro.
Tengo una gran inseguridad. Todo en la vida tiene un riesgo, pero la única forma de ganar seguridad es teniendo confianza en uno mismo y luchando por el objetivo que tenemos en mente.

Me falta coraje. ¿Y tú no le echas coraje cuando te quitan algo, quieres defender tus derechos o evitar un gol en tu portería? Aquí tu inseguridad, tu cobardía, te está quitando una gran oportunidad para ti. ¿Lo vas a permitir?

Es que yo soy así. Pues tendrás que cambiar, ¿no crees? O piensas que será el mundo el que tenga que cambiar y adaptarse a ti.

No me agobiéis. Si tú solito no te das cuenta de las cosas, deberías agradecer que alguien te oriente y te aconseje.

¿Y si no puedo? Nadie puede hacer nada si no lo intenta y cuando lo hace, se da cuenta que puede hacer muchas más cosas de las que pensaba. Tú ponte a ello y verás de lo que eres capaz.

¿Y si no sé hacerlo? Pues ya aprenderás. No te preocupes no tienes nada que perder. Pues pregunta, intenta informarte antes.

Eso no es para mí. ¡Vale! Pues respóndete a ti mismo ¡qué es lo que es para ti! Eso sí cuando te lo hayas respondido ya no podrás poner la misma excusa, tendrás que ponerte en acción.

¿Y cómo voy hay ir hasta allí? Lo importante es que quieras ir y si de verdad quieres ir, nunca te plantearás esta pregunta porque te la responderás tú solo encontrando el medio de transporte.

¿Y qué le digo? Pues lo que proceda en ese momento. Cuando alguien quiere o busca algo las palabras salen solas, podrán ser más o menos bonitas, pero verás cómo te entienden.

Yo es que no tengo suerte. ¿Suerte de qué y para qué? La suerte es una actitud. ¿Cuál es tu actitud? La suerte se la hace uno mismo.

Prefiero que piensen otros. ¿Y que sean otros los que decidan por ti? ¿Los que escriban el libro de tu vida? 

No me parece justo. No todo es justo y puede no quedar más remedio que aceptarlo, pero está en ti y en todos, intentar mejorar el mundo. Pon tu granito de arena y puede que algún día se recojan los frutos.

Ya, pero es que.. Deja de pensar tanto y actúa. Siempre habrá muchos pero es que y tendrás que sortearlos. Nunca se llega al final del camino si uno no se pone a andar.

Es que yo no valgo. ¿Pero eso quién te lo ha dicho? ¿O es una excusa barata porque eres un cobarde o un vago? Tu vales todo lo que tú quieras, eso sí tienes que querer.

Y si fracaso. Pues vuelves a empezar, además ¿sabes una cosa? Lo harás mucho mejor porque ya tienes una experiencia que te ayudará a conseguir tu objetivo.

Es que no puedo esperar tanto. La paciencia es una virtud sin la cual no se habría podido construir, inventar, fabricar o desarrollar nada. La impaciencia no produce buenos cimientos.

Dudas y más dudas. Las dudas forman parte de nuestra vida, pero también forma parte de nuestra vida el coraje para enfrentarnos a ellas y destruirlas con nuestra confianza y nuestro trabajo.

Déjate de excusas. Tu futuro es tu presente. Para que las cosas cambien, tú tienes que cambiar primero.






Comentarios

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...