Desde hace ya unos cuantos años, vengo hablando de lo que para mí es El Podio de los Triunfadores y la verdad es que me siento satisfecho y orgulloso de que mis experiencias contadas aquí, en cada uno de mis artículos, estén llegando a los rincones más insospechados. Creo que ha quedado claro donde está la verdadera riqueza de los triunfadores, pero si todavía no os he podido contagiar mi ilusión por la vida, en este nuevo artículo os transmito lo que verdaderamente importa, lo que importa y me importa a mí de verdad y las prioridades que tiene para mí la vida.
No te olvides nunca de la familia, ahí es donde vas a poder extender tus brazos y sentir el verdadero amor y cariño fundiéndote en un abrazo. La familia llenará siempre tu corazón. No te equivoques pensando que el interminable tiempo que dedicas al trabajo, las riquezas y los bienes materiales conseguirán su felicidad. La felicidad solamente está permaneciendo unidos y disfrutando de cada pequeño momento.
Como os comentaba en otro artículo, los valores son los que dan sentido a nuestra vida. Los valores humanos son los que demuestran la clase de persona que somos. Son los que muestran nuestro comportamiento ante la vida y las diferentes situaciones a las que nos enfrentamos.
Para hacer buenos amigos, hay que ser buen amigo. Esto no va de irse de copas, contar unos chistes magníficos, ser un tío estupendo o conocer el sitio más marchoso de la ciudad. Tampoco va de esa amistad digital, virtual o la que está en la nube, la amistad plena se vive físicamente y se siente en persona, cara a cara. Los amigos siempre estarán donde la familia no llegue aportando la confianza para no perder el norte en los momentos de confusión.
La importancia de las personas en tu vida. Escucha, ilusiona y haz sonreír a las personas con quien te cruces en tu vida. Solamente dando se recibe y la mejor manera de ser feliz es haciendo feliz a quien tienes enfrente. Activar la felicidad de los demás es fácil y gratuito, solamente poniendo un mínimo interés puedes llegar orgulloso a tu casa todos los días. "Que nadie se acerque a ti sin que al irse, se sienta mejor y más feliz" (Madre Teresa de Calcuta).
Todos tenemos una misión en el mundo. No estamos en esta vida para pasar el rato, para caminar por ella en automático, para que nos den todo hecho, para recibir solamente. El mundo espera algo de nosotros y el universo se pone a nuestro favor abriéndonos puertas cuando estamos dispuestos a avanzar poniendo nuestros dones al servicio de los demás. Tu vida tiene una gran importancia porque tú eres parte de ese gran puzle del mundo, en el cual, si falta cualquiera de las piezas que lo componen, el mundo no sería el mismo y seguro que la falta de tu influencia se haría notar. Hagas lo que hagas, siéntelo, ponle corazón, ponle pasión, vívelo. Sólo así la semilla que dejarás en el camino dará frutos abundantes.
Da un paso tras otro, avanza, sube escalones, haz que tus dones y cualidades sean rentables, no abandones. Hemos nacido para crecer y llegar lo más alto posible creando y produciendo y no para quedarnos acomodados viendo como se mueve el mundo sin poner nuestra semilla en el mismo. Tenemos la obligación de prosperar y dar lo mejor de nosotros.
Haz grande a todo el que te rodee. Rodearse de personas que te hacen sentir grande es crecer, pero hacer grandes a los que te rodean es todavía más enriquecedor.
Deja huella allá donde vayas. Dejar huella, es dejar una marca grabada a fuego a nuestro paso, allá donde nos encontremos y con quien estemos, entregando lo mejor de nosotros mismos. Una vez será escuchando, otra vez será aconsejando, dedicando nuestro tiempo a alguien, ayudando a uno u otro, enseñando a ése que lo necesita, amando o incluso perdonando, y por supuesto no solo a nuestra familia.
Y en el camino de tu vida:
Aprende de los mejores. Rodéate de gente que te sirva de inspiración, de la que puedas aprender, con la que sientas más cerca tus sueños y los vivas y visualices con la pasión que ellos ya sienten. Así mismo, transmite tus conocimientos, tus experiencias, tu sabiduría e igualmente ilusiona con tu pasión a todos aquellos que se acerquen a ti.
No dejes de leer el libro de Francisco Alcaide "Aprendiendo de los mejores".
Y sigue a los mejores que regalan su sabiduría generosamente cada día y que podrán aportarte consejos muy valiosos. Francisco Alcaide, Fátima Abril, Luis Galindo, Alfonso Alcántara, Pepa Arcay, Victor Kuppers, Javier Cebreiros, Miguel Ángel García, Sergio Fernández, y por supuesto muchos más que están ahí y que tú mismo puedes añadir a la lista.
No te olvides nunca de la familia, ahí es donde vas a poder extender tus brazos y sentir el verdadero amor y cariño fundiéndote en un abrazo. La familia llenará siempre tu corazón. No te equivoques pensando que el interminable tiempo que dedicas al trabajo, las riquezas y los bienes materiales conseguirán su felicidad. La felicidad solamente está permaneciendo unidos y disfrutando de cada pequeño momento.
Como os comentaba en otro artículo, los valores son los que dan sentido a nuestra vida. Los valores humanos son los que demuestran la clase de persona que somos. Son los que muestran nuestro comportamiento ante la vida y las diferentes situaciones a las que nos enfrentamos.
Para hacer buenos amigos, hay que ser buen amigo. Esto no va de irse de copas, contar unos chistes magníficos, ser un tío estupendo o conocer el sitio más marchoso de la ciudad. Tampoco va de esa amistad digital, virtual o la que está en la nube, la amistad plena se vive físicamente y se siente en persona, cara a cara. Los amigos siempre estarán donde la familia no llegue aportando la confianza para no perder el norte en los momentos de confusión.
La importancia de las personas en tu vida. Escucha, ilusiona y haz sonreír a las personas con quien te cruces en tu vida. Solamente dando se recibe y la mejor manera de ser feliz es haciendo feliz a quien tienes enfrente. Activar la felicidad de los demás es fácil y gratuito, solamente poniendo un mínimo interés puedes llegar orgulloso a tu casa todos los días. "Que nadie se acerque a ti sin que al irse, se sienta mejor y más feliz" (Madre Teresa de Calcuta).
Todos tenemos una misión en el mundo. No estamos en esta vida para pasar el rato, para caminar por ella en automático, para que nos den todo hecho, para recibir solamente. El mundo espera algo de nosotros y el universo se pone a nuestro favor abriéndonos puertas cuando estamos dispuestos a avanzar poniendo nuestros dones al servicio de los demás. Tu vida tiene una gran importancia porque tú eres parte de ese gran puzle del mundo, en el cual, si falta cualquiera de las piezas que lo componen, el mundo no sería el mismo y seguro que la falta de tu influencia se haría notar. Hagas lo que hagas, siéntelo, ponle corazón, ponle pasión, vívelo. Sólo así la semilla que dejarás en el camino dará frutos abundantes.
Da un paso tras otro, avanza, sube escalones, haz que tus dones y cualidades sean rentables, no abandones. Hemos nacido para crecer y llegar lo más alto posible creando y produciendo y no para quedarnos acomodados viendo como se mueve el mundo sin poner nuestra semilla en el mismo. Tenemos la obligación de prosperar y dar lo mejor de nosotros.
Haz grande a todo el que te rodee. Rodearse de personas que te hacen sentir grande es crecer, pero hacer grandes a los que te rodean es todavía más enriquecedor.
Deja huella allá donde vayas. Dejar huella, es dejar una marca grabada a fuego a nuestro paso, allá donde nos encontremos y con quien estemos, entregando lo mejor de nosotros mismos. Una vez será escuchando, otra vez será aconsejando, dedicando nuestro tiempo a alguien, ayudando a uno u otro, enseñando a ése que lo necesita, amando o incluso perdonando, y por supuesto no solo a nuestra familia.
Y en el camino de tu vida:
Aprende de los mejores. Rodéate de gente que te sirva de inspiración, de la que puedas aprender, con la que sientas más cerca tus sueños y los vivas y visualices con la pasión que ellos ya sienten. Así mismo, transmite tus conocimientos, tus experiencias, tu sabiduría e igualmente ilusiona con tu pasión a todos aquellos que se acerquen a ti.
No dejes de leer el libro de Francisco Alcaide "Aprendiendo de los mejores".
Y sigue a los mejores que regalan su sabiduría generosamente cada día y que podrán aportarte consejos muy valiosos. Francisco Alcaide, Fátima Abril, Luis Galindo, Alfonso Alcántara, Pepa Arcay, Victor Kuppers, Javier Cebreiros, Miguel Ángel García, Sergio Fernández, y por supuesto muchos más que están ahí y que tú mismo puedes añadir a la lista.
Amigo Jesús, tu artículo no tiene desperdicio. Como dice mi mujer, yo añadiría tres palabras: "Familia: paz y amor". Es lo que les dice a nuestros hijos cuando su ego supera a sus virtudes. La familia da paz de espíritu, comprensión, confianza. Todas son palabras clave para el ser humano.
ResponderEliminar¡Cuánta razón tiene tu mujer José! Familia, paz y amor, un buen resumen de lo que verdaderamente importa.
ResponderEliminarMuchas gracias por tu comentario.
Un saludo
Jesús Portilla
es un bonito blog me ha gustado, gracias.
ResponderEliminarMuchas gracias. Me alegro que te haya gustado y que mis mensajes puedan aportar algo de luz en nuestro caminar diario.
ResponderEliminarUn saludo
Jesús Portilla