¿Te imaginas una vida sin obstáculos? ¿Una vida en la que todo fuera de color de rosa y que el sol siempre iluminara nuestro camino? ¿Una vida en la que nadie tropezase? ¿Una vida en la que no hubiera que poner ganas, pasión, entusiasmo ni esfuerzo a nada? ¿No crees que sería una vida sin sentido?
Y no es que el sentido de la vida sea sufrir, pero cuando deja de existir la superación, el interés por aprender, por mejorar, por encontrar nuevos caminos, el día a día se convierte en una rutina desconcertante que nunca puede ayudar a caminar hacia la felicidad.
Porque tú cuando te encuentras un obstáculo, ¿qué haces? ¿Te paras y esperas que desaparezca o alguien te lo quite? ¿Te das la vuelta? ¿O por el contrario te paras a pensar y buscas soluciones? ¿Y no crees que precisamente esto es lo que nos hace crecer, mejorar y poder seguir el camino?
Aunque la mayoría de nuestros grandes obstáculos están en nuestra cabeza, son grandes rocas, grandes montañas, grandes oscuridades que no nos permiten continuar porque nos paralizan, nos bloquean y nos impiden avanzar enviándonos multitud de mensajes: ¡no sé cómo se hace!, ¡yo no puedo!, ¡esto no es para mí!, ¡seguro que enfermo!, ¡me va a doler!, ¡van a decirme que no!, ¡seguro que llueve!, ¡me va a sentar mal! Y montones y montones de ejemplos que uno y otro hacemos dueños de nuestra mente para no poder avanzar en nuestro camino.
Pero, ¿sabes lo que pasa cuando te enfrentas a los obstáculos? ¿Esos que encontramos en la calle, en la carretera, en el trabajo y en nuestra mente? Que te das cuenta que solo estaban ahí para que te esforzaras y descubrieras tus dones, cualidades y capacidades para guiar tu camino con la fuerza, el empeño, la determinación y el entusiasmo que dan la confianza en uno mismo.
Los obstáculos son los que definen nuestro carácter, son el reto diario ante la pasividad, el abatimiento, la desgana, la desconfianza y, cuando los apartas, es como cuando abres una puerta o una caja y descubres el gran regalo, ese maravilloso regalo que solo está en tu interior y que todos los días te pide que le dejes salir y que confíes en su magia.
Me apunté esta frase que escuché en una conferencia: Ama lo que acontece, porque seguro que es una lección que tienes que aprender, es una experiencia para conseguir tu fin. Y es que eso que acontece, que en principio nos parece un obstáculo, algo que parece decirnos que no sigamos, es precisamente lo que nos permite seguir con el aprendizaje que acabamos de recibir, con ese supuesto impedimento que paralizó nuestro camino provisionalmente.
Todos tenemos una vocecilla maliciosa malvada que intenta sobresalir y gritar para que no se escuche la otra, la buena, la verdadera, esa que viene desde el alma, desde el corazón, esa que te dice: ¡atrévete!, ¡no dudes!, ¡confía!, ¡hazlo como sea pero hazlo!, ¡tú lo puedes todo!, ¡sonríe a la vida y descubre su propia sonrisa!, ¡tu cuerpo es una máquina perfecta!, ¡tú eres el único dueño de tus pensamientos!, ¡tu mente no manda sobre ti!, ¡eres un ser fantástico!, ¡no te rindas nunca!
Me alegra saber que muchos de los mensajes de mi libro "Cierra el paraguas y mójate", han hecho comprender que los grandes obstáculos, al final, son los que guían verdaderamente el camino cambiando tus decisiones o incorporando algunas nuevas y necesarias.
No dudes que los obstáculos guían tu camino. No dudes que son los que nos han hecho aprender lo que sabemos y los que van a hacer que sigamos aprendiendo. No dudes que por grandes que sean, siempre se pueden superar y lo que esconden tras ellos siempre será fuente de sabiduría. No dudes que igual que los niños cayeron infinidad de veces y supieron levantarse, tú también podrás hacerlo y ayudar a otros a conseguirlo.
Los obstáculos son las llaves de las puertas que deberás abrir y que te permitirán llegar a tu destino.
Fantástico el vídeo de la campaña de la Fundación ONCE: "No te rindas nunca".
"Cuando la vida te derriba, puedes levantarte".
Muchas gracias por estar aquí y compartirlo.
"Solo podemos iluminar el mundo si transmitimos luz"
"Solo podemos dejar huella con nuestra acción continua"
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