Es curioso que para viajar o movernos para la ciudad el GPS se haya convertido en algo muy necesario, y sin embargo en nuestro caminar por la vida vayamos tan perdidos siguiendo al rebaño, y sin preocuparnos si su sistema de localización de los objetivos es correcto o se parece en algo al nuestro.
Nuestro GPS personal es nuestra conciencia, algo que se está quedando en desuso. Es esa voz que habla en nuestro interior y que muchas veces no escuchamos y al no escuchar intenta llevarnos por otro sitio, hasta que nos encontramos perdidos en el egoísmo, en la ambición, en la soberbia, en el orgullo, en la vanidad, en el desprecio, en el despilfarro, en los placeres... Parece que el botón de la conciencia, el de los valores, el de las virtudes, el de los principios, está apagado o ha dejado de funcionar por esa falta de uso.
Seguir al rebaño y no pararse a buscar el propio camino de cada uno es bastante peligroso, pero aún así parece más fácil y más cómodo porque lo contrario nos obligaría a detenernos a buscar la verdad en todo lo que acontece, en todo lo que se dice y en todo lo que se publica.
Parece no importar si el GPS está equivocando la ruta, porque nos resulta más cómodo y más fiable ver que todos van hacia el mismo sitio, hacen lo mismo y ninguno pierde el tiempo en comprobar si los otros caminos conducen a un destino mejor.
El borreguismo es el GPS del momento, el que mola más y el que evita que nuestro cerebro piense y se pueda lastimar descubriendo las verdades. Está bien escuchar, pero eso exige también pensar e incluso investigar si todo lo que se oye, se dice, se publica y se emite es correcto, es verdad o es una burda mentira, porque es más fácil mentir que ser valiente y enfrentarse a la verdad.
¿De verdad buscamos el camino correcto o nos dejamos llevar? ¿Abrazamos la verdad o abrazamos la mentira? Porque lamentablemente hoy se miente más que nunca. Se miente en la familia o con los amigos, buscando excusas absurdas. Se miente en la empresa buscando las máximas ventas, el ahorro de costes, el máximo beneficio, el recorte de sueldos... Se miente, no considerándose responsable de nada y acusando al de enfrente. Se miente con las innumerables promesas que escuchamos de unos y otros día tras día. Se miente en las noticias porque parece que venden más las mentiras que las verdades. Se miente cuando no se sabe qué decir antes que reconocer eso mismo.
¿Qué sentido queremos darle a nuestra vida? Cada uno debe ocupar un lugar en el universo y todos tienen su valor, su importancia y su misión.
Parece que ahora solo cuenta el poder, el dinero, la notoriedad, la fama o el éxito absoluto. Cuando lo importante es que cada uno sea lo que debe ser, que ocupe el lugar que debe ocupar en el universo, tal y como lo decía Martin Luther King:
“Si no puedes ser un pino sobre un monte, sé una hierba, pero sé la mejor hierba pequeña a la orilla del arroyo. Si no puedes ser un árbol, sé un arbusto. Si no puedes ser una autopista, sé un sendero. Si no puedes ser el sol, sé una estrella. Sé siempre lo mejor de eso que eres. Trata de descubrir el proyecto que estás llamado a realizar y dedícate con pasión a cumplirlo en la vida.”
Despierta el sentido que quieres darle a tu vida. Pon tu GPS personal a funcionar. Pon en ON tu conciencia, tu corazón, tu alma y párate a discernir si prefieres dejarte llevar o elegir tú el camino; ese camino que sin duda te llevará a ser mejor persona y poder aportar mucho más a todo aquel que se cruce en tu camino.
La senda de los justos es como la luz del alba, que va en aumento hasta llegar a pleno día (Pr. 4:18)
Tantea bien el sendero de tus pies y sean firmes todos tus caminos (Pr.4:26)
"Solo podemos dejar huella con nuestra acción continua"
Comentarios
Publicar un comentario