Hace unos días fuimos a tomarnos una cerveza mujer y yo a una terraza. Al cabo de un rato me extrañó que aún habiendo varias mesas ocupadas, no parecían ser atendidas por nadie. Me decidí a entrar en el local. Vi que estaba bastante oscuro y solitario, hasta que de la oscuridad salió una camarera a la que increpé por su desatención en la terraza.
Por la noche, cuando hice mi examen de conciencia, me di cuenta que mi mirada y el tono empleado con esa señorita no fue nada adecuado, independientemente de que tuviera o no tuviera razón en mi observación.
¿Quién hace examen de conciencia hoy? ¿Quién se para hoy a pensar en su comportamiento? ¿Quién dedica unos minutos antes de acostarse a analizar sus decisiones y sus acciones?
Queda claro que me refiero tanto a nuestros comportamientos en el trabajo, como con la gente, con la familia, con los hijos, con la pareja, con ese amigo, con quien nos cruzamos en la calle e incluso con aquel o aquella que nos atendió en el restaurante, en la tienda o en la misma gasolinera.
Y deberíamos preguntarnos: ¿si no nos paramos a pensar qué hemos hecho o qué hemos dejado de hacer, cómo vamos a corregir nuestros errores? ¿Cómo vamos a mejorar?
Está bien convocar una reunión para ver cómo llevamos los proyectos, los nuevos clientes, los pedidos, los resultados... pero, ¿y el examen de conciencia individual de nuestras acciones en ese día?
Solo así descubro que las órdenes dadas a mi subordinado estaban fuera de lugar y llenas de soberbia.
Solo así descubro que engañé a un cliente.
Solo así descubro cómo atendí a mis pacientes.
Solo así descubro cómo enseñé a mis alumnos.
Solo así descubro que no escuché a mis hijos ni les dediqué el tiempo que merecían.
Solo así descubro que las palabras que tuve con mi pareja no fueron las apropiadas.
Solo así descubro que las exigencias a ese proveedor no procedían.
Solo así descubro que debería haber ayudado a quien me lo solicitó.
En definitiva, solo así puedo cambiar, puedo rectificar y puedo mejorar.
¿Cómo me voy a dar cuenta de las cosas que hago mal, si no hago un examen de conciencia?
No dejes que todo te parezca bien o normal porque lo hacen todos. No pienses que aquello que pasó no tiene importancia. No pienses que tus decisiones y acciones siempre están justificadas.
Detente a valorar los hechos de cada día y aprende a sacar la mejor versión de ti mismo en todo lo que hagas.
Solo cuando uno se juzga a sí mismo, puede llegar a entender el comportamiento de los demás.
"Solo podemos dejar huella con nuestra acción continua"
Comentarios
Publicar un comentario