Si tú no, ¿quién? Si ahora no, ¿cuándo?


Hace unos días me invitaron a dar una charla sobre mi libro Cierra el paraguas y mójate, y nuevamente me hizo reflexionar sobre lo que es mojarse, mojarse de verdad. Es decir: implicarse, expresar la opinión, significarse, defender lo justo, defender a quien lo merece... En definitiva, decidirse a pasar a la acción allá donde sea necesario. 

Por favor, permitidme que os comparta mis reflexiones:

En este libro lanzo preguntas retadoras como: ¿Qué quieres conseguir? ¿Qué debes decir? ¿Qué te impide dar el paso? ¿Cuándo vas a actuar? ¿Cuál es tu misión en el mundo?

Así como mensajes para estimular la voluntad y agitar la conciencia como: ¡Aprende a bailar bajo la lluvia! ¡No llores más y suénate los mocos! ¡No esperes, haz que suceda! ¡Haz que tu música suene! ¡Tu vida es tu legado al mundo!

Y es que como alguien decía: "la responsabilidad no tiene días libres, la responsabilidad no tiene vacaciones"

Hay que coger al toro por los cuernos y dejar de ir como borregos por el mundo temiendo tomar una decisión, decir o hacer aquello que uno debe, a pesar de que los demás estén calladitos o no piensen actuar dejando que la injusticia, el desconocimiento, la soberbia, la ambición o el abuso de poder destruyan la verdad, la ética y el bien hacer.

No debemos poner excusas y echar la culpa a todo lo que nos rodea cuando el enemigo está en uno mismo. Si no eres parte de la solución, eres parte del problema. Debes saber que tú eres el obstáculo que hay que superar.

Llamó la atención a los asistentes, cuando puse algún vídeo sobre la determinación, la fuerza de voluntad, la constancia y el empeño de las personas discapacitadas para vencer sus dificultades. ¿Dónde ponemos nuestros límites? "La vida no es como viene sino cómo la afrontas". No se trata de cuánto tienes, sino de lo que haces con lo que tienes.

La hoguera siempre se apaga si dejas de echarle leña. Y lamentablemente los sueños desaparecen, se debilita la voluntad, se deja que piensen otros, crece la desidia, la iniciativa y la implicación; y la injusticia empieza a triunfar, destruyéndose todo aquello verdaderamente importante y que dignifica a cada uno.

Para que la vida tenga un sentido, no se puede ser un simple espectador, hay que ser protagonista. No se puede dejar que otros escriban el libro de nuestra vida. Nuestros actos y nuestras decisiones son las que escriben cada página.

Uno no tiene que ser grande para empezar, sino que tiene que empezar para ser grande. Para ser una gran persona hay que mojarse. Hay que buscar la gloria en cada momento, siendo parte de ella. La barca amarrada no puede avanzar lejos de la orilla.

Decía el Papa Francisco: "Elecciones banales conducen a una vida banal, elecciones grandes hacen grande la vida". En efecto, nosotros nos convertimos en lo que elegimos, para bien y para mal.

Las cosas no cambian, si tú no cambias. Cerrar los ojos no cambia nada.

Pero el éxito y el fracaso es muy relativo porque lo que marca la gran diferencia es: Ver si tú has colaborado en construir parte del mundo y darte cuenta si tu vida ha significado algo importante habiendo dejando huella allá por donde has pasado. 

Está bien salir de la zona de confort para prosperar, conseguir los sueños, crecer, superarse, pero hay algo más fácil y que ahora parece más difícil: 

¿QUÉ LEGADO VAMOS A DEJAR?

Tenemos que ser valientes y mojarnos: ¿Nos atrevemos a defender los valores, los principios, la ética, la honestidad, la verdad, la injusticia? ¿Evitamos las críticas, las mentiras? ¿Damos un paso al frente para escuchar, sonreír, mostrar alegría, ayudar al compañero, tenderle una mano, discernir entre lo que está bien y lo que está mal, no criticar, actuar con respeto y educación? ¿Nos esforzamos para tratar a la gente con amabilidad, hacer familia, hacer feliz a quien tienes enfrente?

PORQUE SI TÚ NO, ¿QUIÉN? El esperar que alguien lo haga puede provocar una falta de solución al problema.

PORQUE SI AHORA NO, CUÁNDO? Esperar a que deje de llover, a terminar la carrera, a tener ese ascenso, a casarme, a tener más tiempo, a que el viento se lleve las nubes, a que el año que viene sea diferente..., significa huir de la solución. Este el el momento, hoy, ahora.

¿Qué legado vas a dejar? ¿Podrá admirar alguien la huella que has dejado en el camino?

¿Cómo quisieras que te recordara tu familia, amigos, compañeros, alumnos, clientes, pacientes e incluso tus vecinos?

Por favor, NO ESPERES A QUE TE VAYA BIEN, PARA HACER EL BIEN.

¡Mójate! ¡Mójate de verdad! En la satisfacción de hacer el bien cada día se encuentra la recompensa.


Muchas gracias por estar aquí y compartirlo. 
"Solo podemos iluminar el mundo si transmitimos luz"
"Solo podemos dejar huella con nuestra acción continua"



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