¿Cuándo vas a dar un paso adelante?
Me sorprende cuando muchos me cuentan lo insatisfechos que están con sus trabajos, lo que ven y viven a diario, y no hacen nada por buscar algo mejor dejando que esas empresas se sigan enriqueciendo y creciendo con su mal hacer.
¿Cuánto tiempo vas a seguir participando en esos engaños, en esos abusos, en esa falta de ética, en esos desmanes?
Al menos, intenta cambiar sus procedimientos. ¡Opina, discrepa, defiende, aporta! Pon tus dones, tus conocimientos y tus capacidades para mejorarla, y si no puedes enfrentarte, ¡lárgate!.
¿Cómo van a cambiar, a rectificar y a mejorar si nadie muestra el descontento y se mantiene allí a pesar de los pesares?
Conozco a muchos valientes que dieron el paso y ahora son felices en sus nuevas empresas.
¿De verdad te ves reconocido en ella?
¿No te importa que no se defienda la familia, que despidan a una mujer embarazada?
¿Tu moral te permite mentiras y engaños a compañeros, al equipo, a clientes...?
¿Puedes soportar la prepotencia, el abuso de poder y el desconocimiento de lo que es ser un buen líder?
¿Estás dejando que los clientes no tengan el servicio que merecen o la calidad que pagan?
¿Formas parte del engaño en la calidad, en el servicio, en el precio...?
¡Valórate! ¿Dónde has dejado tus principios, tus valores, tus dones, tus capacidades? Defiéndelos en los despachos y en cada reunión y si no, empieza a darte a conocer en otras empresas, estudia ofertas, preséntate como candidato y huye de allí.
En esas empresas solo se quedan los pelotas, los mediocres y cobardes, mientras los valientes y los verdaderos profesionales no se conforman con quienes anteponen la ambición, la avaricia, la soberbia, el abuso, ante los principios fundamentales que defienden el trabajo y una sana vida laboral con verdadero afán de servicio.
¿Tú de que bando eres?
Sí, da miedo tal y como está el mundo laboral, pero nada ni nadie te impide que tú te postules en otras empresas y des el salto cuando encuentres la que buscas.
¡No da igual todo! Ese es el problema de hoy, la indiferencia ante el bien y el mal.
¿Se mantiene tranquila tu conciencia trabajando allí?
Es hora de «despedir» a las empresas que no actúan con ética, con moral, con profesionalidad, con responsabilidad, con honestidad, con justicia. No participes de sus desmanes. No caigas tú con ella.
¡Lárgate de ahí, no esperes más, muévete! Es hora de defender los valores, los principios, la honestidad, la ética, el respeto, la justicia, la calidad, el bien hacer.
Ni por mucho dinero vale la pena trabajar allí porque te estás vendiendo al diablo.
El mal seguirá triunfando, si los demás no defendemos el bien y lo ponemos en el lugar que le corresponde.
"Solo podemos dejar huella con nuestra acción continua"

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