¿Te has parado a pensar si eres un referente?



Podría decir que «referente» es aquel que sobresale por su actividad, por su éxito, por su esfuerzo u otros variados dones, capacidades o cualidades, siendo un ejemplo a seguir.

Pero si tú, yo y todos podemos ser referentes, la destacable importancia y respeto que tiene esa condición, es cuando está en tus manos ser un gran ejemplo porque destacas en algo que sorprende, entusiasma y aclaman multitud de personas.

Por ejemplo, eres un referente porque eres un deportista de élite, pero tu referencia no queda solo en el deporte, sino en todo lo que haces, lo que opinas, lo que dices y proclamas, provocando un sentimiento y un ejemplo ante tus seguidores que sin duda influirá por el testimonio, el mensaje y la imagen que das al ser un número uno.

Fantástico referente puede ser un líder en el entorno de la empresa; un maestro en la escuela; un periodista en el mundo de la comunicación; un artista en el escenario; un político en el Congreso, pero precisamente estos y otros muchos que son referentes «ejemplos a seguir» en sus diferentes entornos, nunca deben olvidar que también son y van a ser unos referentes importantes como personas con sus valores, con sus palabras, con sus acciones, con sus gestos, con sus decisiones, con sus sentimientos y con cada uno de sus ejemplos.

Precisamente por la fama, por la popularidad y por la relevancia, ¿tú sabes lo que puedes aportar, lo que puedes transmitir, la importancia de tu testimonio o de tus actos?

¿Sabes el mensaje que puedes dejar además del que envías con las letras de tus canciones? ¿Sabes lo que puedes aportar a los espectadores no solo con la noticia, sino con tus palabras en la radio o en la televisión? ¿Sabes lo que puede influir tu ejemplo en las conversaciones, enseñanzas y reuniones con tus compañeros, empleados o colaboradores? ¿Sabes el mensaje puedes hacer llegar con tus manifestaciones en público?

No solo es el esfuerzo, el éxito, el dinero y la gloria; son valores como el respeto,la educación, la
ética, la honestidad, la responsabilidad, el bien hacer, la generosidad, la humildad...

Todos somos referentes con nuestra pareja, nuestros hijos, amigos, vecinos, compañeros, pero nunca debemos olvidar que si en la vida llenas un auditorio o tienes millones de seguidores, tu nivel de influencia no debe quedar solo para que compren tus discos o vitoreen tu gol, sino para transmitir, testimoniar y llenar de felicidad con aquello que verdaderamente importa, que sale del corazón y llega a los corazones de todos.

Artículo tras artículo hablo de la gran importancia que tienen los pequeños gestos, de esas alas que tenemos para enseñar a volar, de la importancia de dejar huella, de la gran importancia que tiene llegar  a ese podio de los triunfadores, pero eso no consiste tan solo meter el gol de la victoria, ni dar la mejor conferencia, ni dirigir el mejor concierto, ni tampoco tener millones de espectadores aclamándote;  la importancia de todo esto está siendo siempre un gran referente seas quien seas y allá donde estés, y máxime si tienes una gran audiencia y millones de seguidores.

Eres un referente allá donde estés y tu ejemplo —sea cual sea—, es un virus que se transmite y se contagia pudiendo llenar el mundo de amor, felicidad y esperanza, sacando lo mejor que cada uno esconde en su interior.


Muchas gracias por estar aquí y compartirlo. 
"Solo podemos iluminar el mundo si transmitimos luz"
"Solo podemos dejar huella con nuestra acción continua"

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