Libérate de tu corteza, libérate de tu escudo!
Decía Frederick Faust: dentro de cada hombre hay un gigante dormido y cuando el gigante despierta suceden milagros.
Y es cierto que suceden grandes milagros, pero lo que pasa es que parece que muchos tienen miedo a que ese gigante despierte, se haga con ellos y no puedan dominarle. No se dan cuenta de que ese gigante es parte de ellos mismos y que dejándolo salir es la única manera de descubrir la valentía, la fuerza, los dones y las capacidades que poseen.
Precisamente esa corteza que te preserva y te envuelve, es la que impide que tu fruto, eso tan maravilloso que se esconde en tu interior, nunca pueda compartirse con los demás, descubriendo lo que puedes dar y lo que puedes recibir.
Esa corteza que supuestamente te da seguridad, es la que te impide vivir, descubrir, crecer y admirar ese milagro que se esconde en cada persona que se cruza en tu camino y en todas las maravillas que te rodean.
Hablan de sacar la mejor versión de ti mismo, y la mejor versión solo la puedes ofrecer al mundo si te quitas ese escudo protector, si sales de la famosa zona de confort y decides ofrecer lo más fantástico de ti y compartirlo.
Precisamente en mi libro Cierra el paraguas y mójate y desde el mismo título, invito a salir de esa zona que comentaba en el párrafo anterior, porque mojarse no es solo empaparse de la vida, sino dar vida con lo que tú aportas a la misma, decidiendo y emprendiendo acciones que provocan un gran crecimiento; el propio y el de los que tienes a tu alrededor.
Si no te liberas de esa corteza que te envuelve, no solo nunca podrás ver lo que tienes a tu alcance en el exterior, sino que tampoco nada ni nadie podrá descubrir los frutos que escondes, frutos que no compartirás, frutos que morirán sin haber dado vida alguna ni proporcionado ningún beneficio.
Cuando te quitas la corteza, cuando das un paso adelante, cuando cierras el paraguas, cuando te mojas de verdad, descubres ese gigante que tienes en tu interior que te dota de esa grandeza para sacar la mejor versión de ti mismo y hacer de éste un mundo mejor. Solo así sentirás que tu fruto ha dejado una gran semilla, una gran huella en el camino para los que vienen detrás de ti; ellos cuentan con tu experiencia y sabiduría para crecer, procurando además el crecimiento de los que siempre seguirán sus pasos, beneficiándose uno tras otro de ese gran milagro del despertar al mundo entregándose a él.
Muchas gracias por estar aquí y compartirlo.
"Solo podemos iluminar el mundo si transmitimos luz"
"Solo podemos dejar huella con nuestra acción continua"
"Solo podemos dejar huella con nuestra acción continua"
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