El ÉXITO en la vida, no es el éxito laboral.

¿Qué es el éxito laboral?: ¿Llegar a conseguir el puesto soñado en la empresa deseada? ¿Ganar muchísimo dinero? ¿Tener poder y ser reconocido por todos? ¿Viajar por todo el mundo haciendo negocios? ¿Ser ingeniero o ser carpintero?

Muchos padres se llevarían las manos a la cabeza si alguno de sus hijos les planteara como opción laboral ser carpintero, cuando las expectativas para él eran las de ser una gran abogado, ingeniero, arquitecto o médico.

¿Pero por qué el éxito laboral parece estar muy distante al ejercer la profesión de carpintero, fontanero, etcétera...?

He conocido a muchos ejecutivos y grandes empresarios que han conseguido el éxito laboral pero su ÉXITO en la vida quedó muy lejos en su camino al podio de los verdaderos triunfadores. Y es que el gran sentido de la vida, ese por el que te van a recordar, ese por el que te vas a sentir satisfecho, ese que te va a dar la verdadera felicidad, dista mucho mucho —en la mayoría de las ocasiones— de haber conseguido ser portada en las revistas financieras o en el mundo de los famosos, no teniendo nada que ver con el dinero ganado y propiedades adquiridas.

El ÉXITO en la vida no es ese. No debemos dejarnos engañar por ese falso orgullo que se siente cuando el ego se llena de reconocimiento, veneración y aplausos, si uno no se llena a la vez del verdadero orgullo por el «ascenso» en la vida como persona, esposo, padre, amigo, compañero...

Porque da igual lo que seas y adonde hayas llegado, el éxito laboral será un título que de nada sirve si tus valores, tus principios, tu respeto y tu amor a las personas han quedado relegados en ese camino hacia la falsa gloria.

Porque precisamente esta gente que se mueve por el mundo haciendo el bien en todo lo que hacen, sin importar el estatus social, la notoriedad o la fama, no busca el éxito en la vida, solamente busca el hacer feliz a quien pasa por su lado, dando ejemplo de verdaderos triunfadores.

Decía Martin Luther King:«Si no puedes ser un pino sobre un monte, sé una hierba, pero sé la mejor hierba pequeña a la orilla del arroyo. Si no puedes ser un árbol, sé un arbusto. Si no puedes ser una autopista, sé un sendero. Si no puedes ser el sol, sé una estrella. Sé siempre lo mejor de eso que eres. Trata de descubrir el proyecto que estás llamado a realizar y dedícate con pasión a cumplirlo en la vida».

Algo parecido dice Sergio Fernández: «Lo importante es la excelencia en todo lo que hagas: que tu jefe se quede loco, que tu pareja no te conozca, que tus hijos exploten de felicidad y alegría. Hay un compromiso que siempre pido a las personas con las que colaboro y es que se comporten con otras personas como si cualquier palabra o acto que protagonicen fuera a convertirse en la portada de todos los diarios nacionales. En tus relaciones, preocúpate más desde el punto de vista de qué puedes ofrecer que del qué puedes obtener. Esto cambiará tu forma de estar en la vida y los resultados que obtengas. Creo que para poder gozar de una vida llena de sentido y plenitud primero hemos de descubrir nuestra misión personal, aceptarla, desarrollarla y ponerla al servicio de otros seres humanos».

El éxito en realidad no importa, lo que importa es la alegría, la felicidad, el ver la sonrisa de quien tenemos enfrente, el sentir palpitar nuestros corazones cuando hacemos palpitar los corazones de quienes se cruzan en nuestro camino; velando por la familia, por la amistad, por el compañerismo, por la generosidad; sembrando semillas de amor a nuestro paso que florezcan llenando de una fragancia mágica el aire que respiramos, siendo todos mejores personas.

Lo que verdaderamente importa, es aprender de toda esa gente sencilla que nos enseña cada día cómo hacer latir de nuevo y con fuerza nuestro corazón dormido.

Muchas gracias por estar aquí y compartirlo. 

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